Fotos si, fotos si, fotos si, ¡más te vale sacarme guapa!

Fotos si, fotos si, fotos si, ¡más te vale sacarme guapa!
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Qué poco nos gustan a veces las fotos, o bien porque nos pillan en el peor momento o, simplemente porque no hay ganas en ese momento, aunque siempre terminan haciendo la foto, quieras o no. Siempre se ha dicho que la cámara es un medio de expresión portadoras de mucha información y donde se plasman distintas situaciones, emociones, etc. Se dice que, una persona es fotogénica cuando se siente estupendamente delante de una cámara y ésta, capta y transmite lo que la persona le quiere mostrar. Si no eres muy fotogénica, prueba en casa con estos consejos, quizás termines siendo la más fotografiada...

  • Uno de los trucos, y el más importante para salir bien en las fotos, es relajarse. Lo puedes hacer pensando en algo agradable o, si tienes confianza con el fotógrafo, habla con el, es una buena terapia para quitar los nervios.

  • Para que no aparezcan los ojos rojos (a parte de que el fotógrafo ya pone de su parte), prueba a mirar ligeramente por encima del objetivo de la cámara. Si esto no te da resultado, puedes probar a mirar fijamente la luz de una lámpara justo antes de hacerte la foto (esto es un método molesto y nocivo, así que yo no lo haría).

  • Pon una sonrisa natural. Lo mejor es hablar con alguién que inconscientemente te haga sonreir y con esa sonrisa hacer la foto.

  • En caso de no ir maquillada, para que la cara no parezca pálida, disimuladamente, antes de que te hagan la foto date unos pellizquitos en las mejillas para dar color a los pómulos. Esto cambiará radicalmente la expresión de la cara, apareciendo una cara con más color.

  • Si tienes la oportunidad de maquillarte antes de las fotos, procura ponerte iluminador y tapar muy bien las imperfecciones. La cámara es un lince para sacar todas estas marquitas si no se tapan bien.

  • Si tienes papada, lo mejor es disimularla para que la cara se vea más delgada y estilizada. Estirando un poco la cabeza hacia adelante y doblándola hacia abajo un poquito, se puede disimular muy bien. La cámara de fotos, aquí también juega su papel: para ayudar a que la papada no aparezca en la imágen, debe estar ligeramente por encima del nivel de los ojos.

Ahora toca ponerse delante del espejo o delante de una cámara para ir viendo que es lo que sienta mejor. Aprovecha para ir cogiendole gusto a estar delante de la cámara para que caigan a tus pies. Ya no depende del fotógrafo que nos saque bien en una foto o no, depende de cada uno.

Vía | Entremodelos Fotografía | Jeff Zoet

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