Las manos, nuestra mejor carta de presentación

Las manos, nuestra mejor carta de presentación
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Aunque dicen que la cara es el espejo del alma, nuestras manos son el testigo directo no solo de la edad, sino también del tipo de vida que llevamos. Por este motivo, debemos aprender a protegerlas y a cuidarlas tanto como a nuestro rostro.

Sin embargo, tendemos a descuidarlas; las exponemos sin protección, tanto al frío como al calor; las sometemos al desgaste de los trabajos de limpieza de la casa, por lo que enrojecen, se secan y se irritan. Cuando más sufren es e invierno. Al no disponer más que de una fina película protectora, su piel se ve sometida a incesantes agresiones. Para cuidarlas hay que procurar seguir una serie de pautas.

Manos jabon

Al lavarnos las manos debemos usar siempre agua templada y jabones que no contengan perfume, alquitrán o azufre. Los jabones dermatológicos resultan muy adecuados para las pieles secas o dañadas por el uso de detergentes. Una vez limpias, debemos secárnoslas bien. Cuando entremos en los baños públicos, conviene que utilicemos las toallas de papel porque los secadores eléctricos resultan demasiado agresivos. Después de cada lavado, debemos procurar hidratar bien nuestras manos.

Cuando tengamos que realizar tareas domésticas, recordemos siempre proteger nuestras manos con unos guantes de plástico desechables, de un solo uso. Los detergentes no son buenos para la piel. Existen algunos tratamientos antiedad para las manos que, además de una crema, incluyen un exfoliante y unos guantes de algodón. No hace falta que te los dejes puestos mucho tiempo, bastan unos 20 minutos.

Axati crema de manos

Una exfoliación suave para el cuerpo, puede servir perfectamente para descamar y nutrir nuestras manos. Todas las cremas nutritivas pueden aplicarse también alrededor de las uñas. Deberíamos acostumbrarnos a limar nuestras uñas con suavidad, una vez por semana. Cuanto más frágil sea una uña, más fino deberá de ser el grano de la lima. Los expertos recomiendan utilizar una lima de fibra de vidrio y acabar con una de cartón. Las mejores limas son las de polvo de diamante (suelen costar alrededor de los 50 €). Son suaves, higiénicas y lavables, y siempre y cuando no se caigan al suelo, no tienen fecha de caducidad. Además, ayudan a que las uñas se vuelvan más duras, pues los microcristales de estas limas rellenan las fisuras de las uñas formando una capa protectora.

Lo mejor para tus manos es utilizar una crema de día que contenga filtros solares – para prevenir las manchas oscuras -, con un textura no grasa, que no pegue. De noche, hay que procurar priorizar la reparación mediante texturas más grasas. Deberíamos acostumbrarnos a masajear nuestras manos, no solo para relajarlas, sino también para ayudar a que penetre mejor la crema. El masaje de las manos equivale al de los pies (lo bueno es que podemos aplicárnoslo en cualquier lugar).

Crema de manos

Con el pulgar de la mano derecha debemos trazar pequeños círculos en la base del dedo pulgar de la mano izquierda. A continuación, movimientos rotativos sobre los dedos, siempre en dirección al corazón. Debemos separar y estirar nuestros dedos, y con la ayuda de los dedos índice y pulgar, ejercer una suave presión sobre las articulaciones.

A continuación, masajearemos con gestos circulares la parte trasera de la mano entre los huesos, en dirección a la muñeca. Finalmente, sacudiremos nuestras manos repetidas veces, para ayudar a que vuelva a circular la energía.

La última vez que estuve en Nail’s Secret, Lola Galindo me recomendó que no me cortase las cutículas, me dijo que me limitase a reblandecerlas con un aceite de proteínas. Para dejar que las uñas respiren, lo mejor es utilizar un pulidor de uñas con el que conseguiremos un brillo natural extraordinario.

Nuestras manos deberían ser nuestra mejor carta de presentación. Su cuidado es fundamental. Para la obtención de unas manos suaves y cuidadas lo mejor es un tratamiento de lujo a base de un buen baño de parafina templada a cargo de una profesional que, además, sea capaz de proporcionarnos consejos personalizados y trucos prácticos como, por ejemplo, la forma de uña que más nos conviene en función del tipo de manos que tengamos.

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