Ayer iba paseando con mi pelo recogido en una coleta; llevaba varios días pensando que me debía cortar un poco las puntas, pero me daba pereza. A veces, mi vida se convierte en algo parecido a la canción "Mañana" del musical Annie. “Mañana me daré las mechas”, “Llevo el pelo muy largo, ya me lo cortaré”, “Me noto la cara cansada, a ver si me hago algo”... así que ayer dejé de pensar, di media vuelta y fui a Carmen Vivanco. Me saneó el pelo con un corte, me peinó y salí de su salón completamente renovada. En ese momento pensé que pocas sensaciones son tan gratificantes como salir recién peinada de la peluquería. Fue entonces cuando me pregunté por qué, muchas veces, las mujeres dilatamos cuestiones ineludibles a la hora de cuidarnos.
En ocasiones, retrasamos cuidados que sólo consiguen que acabemos con aspecto descuidado una semana o más días, antes llevarlas a cabo finalmente, y lo peor es que cuando lo comenzamos a pensar, normalmente, ya llevamos una "temporadita" viéndonos regular. Es cierto que tenemos escaso tiempo libre, y en el poco del que disponemos preferimos descansar o simplemente nos da pereza dedicarnos a nosotras, sin embargo, no nos damos cuenta de que esa espera no tiene sentido, ya que llega un momento en que varios de esos efectos de la desidia se acumulan y ya no sabemos por dónde empezar ¿Nunca habéis proclamado alguno de estos enunciados?
"Tengo un poquito de raíz, tendría que repasar el color"
A la primera señal de falta de color, ¡hazlo! Creo que todas hemos caído en la trampa de aguantar una semanita más, para acabar con un aspecto descuidado ¿Para qué dilatarlo? Esa semana o diez días que retrasamos el tinte o las mechas, solo sirve para tener el pelo feo y no conduce a nada. Sí al final hay que hacerlo, es mejor estar impecables desde el primer aviso de nuestro cabello.
"Debería cortarme el pelo"
Desde que surge por primera vez este pensamiento hasta que lo hacemos efectivo muchas veces pasa un periodo de tiempo en el que sólo nos salva el moño o recogido ¿Por qué? Sí hay que sacar tiempo o voluntad para hacerlo, ¡cuanto antes mejor! Un cabello cuidado es un tanto por ciento elevadísimo de nuestra imagen.
No se trata de hacer el corte de pelo de vuestra vida, pero si hay que procurar tenerlo sano, bonito y fuerte ¿No os habéis fijado en melenas que ganarían muchísimo con 3 o 5 centímetros menos de longitud? La mayoría de las veces sobran esas puntas desgastadas que hacen que nuestro cabello parezca descuidado y débil.
"¡Qué cara tengo!"
Quizá es el momento de hacerse una limpieza, un indiba o una sesión de radiofrecuencia. Debo confesar que soy perezosa a la hora de hacerme tratamientos de cabina, pero cuando estoy allí, siento no acudir con más frecuencia ¡Estas cosas se inventaron para relajarnos y embellecernos! Sí tenéis oportunidad no dudéis. Limpiar, o activar el colágeno con una sesión de radiofrecuencia, mejora muchísimo la piel y el aspecto general.
"¿Mis dientes? ¡Hace tiempo que no me hago una limpieza!"
Por muy sanos y limpios que tengáis los dientes no os olvidéis hacer una limpieza en la clínica al año. Los métodos de ahora no son nada agresivos y el efecto de los dientes en una boca cuidada y mimada es completamente diferente. La limpieza se lleva a cabo por ultrasonido, mediante vibraciones ultrasónicas, a través de una punta, que eliminan las machas, la placa bacteriana y cualquier residuo. Es indolora, efectiva y su precio muy asequible, más aun considerando que se trata de un gasto anual.
"¡Tengo sueño! ¡Estoy cansada!"
Tengo calculado que unos cuatro días a lo largo del año, caigo derrotada por el cansancio y sólo quiero dormir. No sé de qué depende, porque no asocio ninguno de ellos a una estación ni actividad concreta. Sí os ha ocurrido esto, no es tan malo dedicar un día del fin de semana a, simplemente, dormir las horas que os podáis permitir. No hay por que salir ni pasarlo fenomenal, sólo deberíais hacer lo que os pida el cuerpo. No hay que ofrecer resistencia a las necesidades de este. Sí lo practicáis seguro que renováis toda la energía que os hace falta.
Algunas somos perezosas a la hora de parar y atender a nuestras demandas, continuamos nuestra marcha sin darnos cuenta de que el tiempo que vamos a gastar en ello, no es demasiado y nos permitirá sentirnos mucho mejor, sin la sensación de arrastrar asignaturas pendientes necesarias para nuestro bienestar ¿No estáis mucho más contentas cuando os acordáis de vosotras y os mimáis un poco? ¡Pues a por ello!
Imágenes | Massimo Dutti
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