Llevo un mes utilizando un poderoso iluminador inspirado en las técnicas de maquillaje de los backstages. Se llama Glow Maximizer, y es de Dior.
En realidad, se trata de una base de maquillaje que tiene la virtud de iluminar de forma instantánea mi piel como si se tratase de una varita mágica. Lo mejor es que también refleja la luz, y eso me proporciona un aspecto de buena cara estupendo.
Por lo visto, esta fórmula está enriquecida con un complejo formulado con nano espejos microscópicos que iluminan sin crear esos brillos nacarados que resultan siempre tan artificiales. El acabado es sedoso, y esos espejitos mágicos suavizan las zonas más oscuras del rostro.
Su textura es tirando a rosada, y parece impregnada de minúsculos reflejos dorados. Imagino que esto es lo que permite una corrección cromática. Su fórmula resulta súper ligera, y al aplicártela sientes una inmediata sensación de frescor. Además, al fusionarse perfectamente con la piel no deja aspecto de máscara.
Me la suelo aplicar de dos manera: mezclándola con un poquito de maquillaje para salir a la calle a diario, y también encima del maquillaje, mediante pequeños toques en sitios estratégicos como en el puente de la nariz, los pómulos y el arco de las cejas.
Desde que la uso me veo más guapa, y yo que, hasta ahora, era mucho de salir a la calle con la cara lavada, cada vez me da más pereza verme sin maquillar.
El producto nos fue facilitado para la prueba por Dior. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas para más información.
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